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Cuándo conviene alargar el plazo para amortizar la hipoteca

Es una opción que podemos utilizar para pagar unas cuotas mensuales más bajas o si necesitamos financiación extra, pero implica pagar más intereses

Alargar el plazo de amortización de la hipoteca es una opción que podemos utilizar para pagar menos por las cuotas de la hipoteca o cuando necesitamos financiación extra. Sin embargo, se trata de una operación que implica más intereses. Por ello, es importante saber cuándo es buena idea alargar el plazo para amortizar la hipoteca y cuándo no. Sigue leyendo y te contamos todas las claves que necesitas conocer al respecto.

  1. ¿Qué significa alargar el plazo de amortización de la hipoteca?
    1. Cuando se reduce la cuota de la hipoteca
    2. Cuando se pide una ampliación de la hipoteca
  2. ¿Qué tiene de malo alargar el plazo de amortización de la hipoteca?
  3. ¿Cuándo merece la pena ampliar el plazo para amortizar la hipoteca?
    1. Si no podemos hacer frente a la cuota de la hipoteca
    2. Si necesitamos financiación y la vamos a poder recuperar 

¿Qué significa alargar el plazo de amortización de la hipoteca?

Alargar el plazo de la amortización de la hipoteca consiste en cambiar las condiciones de la hipoteca y que, como resultado, tengamos que devolver la deuda durante más años. Esta operación se lleva a cabo en dos casos concretos: 

Cuando se reduce la cuota de la hipoteca

Si alargamos el plazo de amortización de la hipoteca (es decir, el tiempo en el que debemos devolver el dinero prestado al banco.  pero no ampliamos el capital que la entidad nos ha dejado, esto significa que las cuotas que pagaremos cada mes serán más pequeñas. ¿Por qué? Porque al tener más tiempo para devolver el dinero podemos pagar menos en la cuota de cada mes. 

Cuando se pide una ampliación de la hipoteca

Otra opción en la que se suele alargar el plazo de amortización de la hipoteca es cuando se pide una ampliación de la hipoteca. Esto se hace cuando se necesita nueva financiación (por ejemplo, si queremos reformar nuestra casa), pero se quiere evitar tener que pedir otra hipoteca. ¿Por qué? Porque pedir otra hipoteca implica una serie de gastos asociados que son mayores que hacer una ampliación de hipoteca. Con la ampliación de hipoteca el banco nos dará más dinero por la casa que ya está hipotecada. No obstante, al deber más dinero a la entidad, también se ampliará el tiempo de amortización del préstamo.

¿Qué tiene de malo alargar el plazo de amortización de la hipoteca?

A priori, que el banco nos dé más tiempo para devolverle el dinero que nos ha prestado suena bien. Pero hay que tener en cuenta un aspecto importante. Al ampliar el plazo de amortización y devolver el dinero prestado (el capital) de forma más lenta, esto significa que pagaremos más intereses en conjunto. ¿Por qué? Porque los intereses se calculan sobre el capital que resta por devolver al banco. Si pagamos una cuota más pequeña devolvemos menos cantidad de dinero con cada cuota y, en consecuencia, los intereses se calculan sobre un capital restante mayor.

Debido a esto, alargar el plazo de amortización de la hipoteca no es algo que se deba hacer si no es por un buen motivo, puesto que implica que, a largo plazo, paguemos más dinero por nuestra hipoteca en forma de intereses. Por otro lado, también hay que recordar que existen otros factores que encarecen el precio de una hipoteca y no son los intereses. 

¿Cuándo merece la pena ampliar el plazo para amortizar la hipoteca?

A pesar de que ampliar el plazo de amortización de la hipoteca implique pagar más dinero en forma de intereses, hay algunas ocasiones en las que puede ser una buena idea hacerlo. En general, será una buena idea en los siguientes casos: 

Si no podemos hacer frente a la cuota de la hipoteca

Si nuestra situación económica no nos permite afrontar el pago de la hipoteca, reducir el tamaño de la cuota que pagamos cada mes es una buena idea. Incluso aunque ello implique pagar más intereses. De forma resumida, tenemos que tener en cuenta que, si no pagamos la hipoteca, nos arriesgamos a enfrentarnos a un embargo y a perder la vivienda. Por ello, si realmente no podemos recortar gastos de otro lado, ampliar el plazo de amortización puede ser una forma de salir del bache.

Si necesitamos financiación y la vamos a poder recuperar 

Otra situación en la que puede ser una buena opción alargar el plazo de amortización de la hipoteca es cuando necesitamos financiación. Pero, si vamos a optar por esta opción, es muy importante saber escoger bien en qué vamos a invertir ese dinero. Es importante que el dinero que nos dé el banco lo utilicemos en algo que no pierda valor después de gastarlo. De esta forma, habremos ampliado nuestra deuda, pero será para invertirlo en algo que se va a poder revalorizar a largo plazo. 

Por ejemplo, podemos pedir una ampliación de la hipoteca para reformar nuestra casa. De esta forma, nuestra casa aumentará de valor y, en el caso de que queramos venderla, obtendremos una cantidad de dinero mayor por la venta. En este caso, será una buena idea alargar el plazo de amortización de la hipoteca, incluso aunque ello implique pagar más dinero en forma de intereses. 

Sin embargo, si gastamos el dinero de la ampliación de la hipoteca en algo que no va a añadir valor a nuestro patrimonio será una mala idea. Por ejemplo, si gastamos el dinero en realizar un viaje o en la compra de un coche. ¿Por qué? Porque si gastamos el dinero en hacer un viaje no vamos a poder recuperarlo y, si gastamos el dinero en un coche, si después lo vendemos lo haremos siempre por un precio menor al que lo hemos comprado. Ambos casos son buenos ejemplos de cuándo sería una mala idea ampliar el plazo de amortización de la hipoteca, porque en sendos casos no podríamos recuperar el dinero una vez que lo hemos gastado. 

(fuente idealista.com 22022023)

Publicado en Hipotecas
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